Recientemente hemos asistido a la presentación del cartel de
El Portón del Jazz.
Es lógico que la misma tuviese repercusión en prensa además
de en el mundo de las nuevas tecnologías y
en donde por las posibilidades que da la web 2.0 derivo en un debate en
donde había todo tipo de ingredientes.
No seré yo quien esté en contra de esa posibilidad
Aún así me gustaría opinar al respecto de ello para
discrepar de un debate que en apariencia enriquecía y que pronto derivo en
calificativos injustos
Olvidamos que en la vida que ofrecen las pantallas debe de
acompañarnos las mismas normas de convivencia y conducta que la vida real y
sobre todo que llevar la discusión a los términos surrealistas a los que llegó
no ya favorecen poco a unos protagonistas de los que se hablaba sin su permiso
sino además a la actividad
Poco favorece por lo general a Alhaurín, cuyo bienestar,
progreso y evolución debe ser nuestra norma de conducta aunque muchos lo
olviden para poner en marcha la siempre fácil crítica destructiva que tan poco
construye.
Olvidamos con suma facilidad que la POLITICA con mayúsculas
debe de ir inversamente a todo esto.
Que esto, daña instituciones estables como nuestros
ayuntamientos aunque no lo parezca.
Por eso, es bueno pensar si estamos aquí para construir y
recordar a nuestros gobernantes que deben seguir partiéndose la cara por
nosotros en una crítica justa y sincera o para, siendo un trol, poner una chinita
en el camino que, hagan de Alhaurín de la Torre algo muy distinto a lo que es
hoy en día y perder el tren de las casi últimas dos décadas.
Jesús Manuel CASTILLO RAMOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario